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Vacuna AstraZeneca y la incertidumbre Fe y ciencia: esperanza en medio de la pandemia

Sep 30, 2020

El 8 de septiembre de 2020, el mundo recibió con preocupación la noticia de que los ensayos de la vacuna de AstraZeneca contra el COVID-19 habían sido suspendidos debido a efectos adversos en un voluntario. En medio de una pandemia que ya había dejado millones de contagios y miles de muertes, la incertidumbre se hizo más fuerte: ¿en quién confiar, en la ciencia o en la fe?

El judaísmo enseña que ambas dimensiones no están en conflicto, sino en diálogo. Hashem dotó al ser humano de sabiduría para investigar y sanar (Devarim/Deuteronomio 30:19 y Kohelet/Eclesiastés 7:12), pero también nos recuerda que la última palabra no la tiene la ciencia, sino el Creador.

La suspensión de la vacuna fue un recordatorio de nuestra fragilidad y de la necesidad de sostener la esperanza con paciencia, confianza y responsabilidad ética. En tiempos de incertidumbre, la fe no es evasión, sino la fuerza que nos permite esperar y actuar con conciencia.

📖 Kohelet / Eclesiastés 7:12

“Porque la sabiduría protege, como protege el dinero; pero la excelencia del conocimiento es que la sabiduría da vida a quien la posee.”

🔎 La sabiduría —incluida la ciencia y la investigación— es un regalo de Hashem para proteger y dar vida. Sin embargo, su valor máximo está enraizado en la conciencia de que proviene del Creador.

📖 Tehilim / Salmos 121:2

“Mi ayuda viene de Hashem, que hizo los cielos y la tierra.”

🔎 La búsqueda humana de soluciones no excluye la fe; nos recuerda que, aunque usemos medios terrenales, la fuente de toda sanidad y redención es divina.

📖 Devarim / Deuteronomio 30:19

“He puesto delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge la vida para que vivas tú y tu descendencia.”

🔎 La Torá nos impulsa a elegir la vida. La medicina y la ciencia son herramientas a través de las cuales podemos responder a este mandato divino.

📖 Berajot 60a

“Quien entra a ser tratado por un médico debe decir: ‘Sea Tu voluntad, Hashem, que este tratamiento me cure, porque Tú eres el verdadero médico’.”

🔎 El Talmud reconoce la medicina como válida, pero subraya que la curación última proviene de Hashem. La ciencia es un medio, no la fuente final.

📖 Bavá Kama 85a

“Y dará curación… de aquí aprendemos que al médico se le ha dado permiso de curar.”

🔎 Los Jajamim establecen que los médicos tienen autorización divina para ejercer. No solo es permitido buscar tratamiento, sino un deber cuidar la vida a través de la ciencia.

📖 Sanedrín 37a

“Quien salva una vida, es como si salvara un mundo entero.”

🔎 Cada investigación, ensayo clínico y tratamiento médico se conecta con este principio: preservar la vida es preservar un mundo completo.


🌟 Con estas fuentes, el judaísmo enseña que la medicina y la fe no compiten, sino que se complementan. El médico, la ciencia y el investigador son socios de Hashem en la obra de la creación y en la misión de salvar vidas.

La noticia del 8 de septiembre de 2020, cuando se suspendieron los ensayos de la vacuna AstraZeneca, despertó miedo e incertidumbre en todo el mundo. Muchos vieron tambalear la esperanza de que la ciencia pudiera ofrecer una salida rápida a la pandemia. Sin embargo, desde la mirada judía, esa pausa no fue un fracaso, sino un recordatorio profundo: la vida no depende de la prisa humana, sino del tiempo divino.

La Kabbalah enseña que la emuná (fe) no es pasividad, sino una confianza activa en que todo lo que ocurre, incluso los aparentes retrasos, forman parte de un plan mayor. El shofar que suena en Elul no solo nos llama a despertar del letargo espiritual, también nos recuerda que la vulnerabilidad nos acerca a Hashem y a la humildad.

La suspensión de una vacuna no significó el fin de la esperanza, sino la necesidad de esperar con paciencia, actuar con responsabilidad y confiar en que la sabiduría humana es solo un canal de la luz divina. La fe no reemplaza a la ciencia, pero la sostiene en momentos de prueba.

🌟 Así aprendemos que, en tiempos de incertidumbre, la verdadera fortaleza no es controlar, sino confiar.

1. Aceptar la fragilidad humana.
La pandemia nos enseñó que no todo está bajo nuestro control. Reconocer nuestra vulnerabilidad nos abre al poder de Hashem.

2. Confiar en la ciencia como un don divino.
Los Jajamim afirmaron que el médico tiene permiso de curar. Valorar la investigación y la medicina es valorar la sabiduría que Hashem puso en el ser humano.

3. Rezar antes de actuar.
Antes de un tratamiento, una vacuna o una decisión médica, incluir siempre una tefilá, recordando que el sanador último es Hashem.

4. Practicar paciencia y esperanza.
La suspensión de un ensayo clínico no es el fin del camino, sino parte del proceso. La fe nos enseña a esperar confiados en que todo llega en su momento.

5. Integrar fe y responsabilidad.
La emuná no es evadir, sino actuar con conciencia: cuidarnos, proteger a otros y al mismo tiempo depositar la confianza en el Creador.

🌟 Enseñanza final: La ciencia es el canal; Hashem es la fuente.

Bienvenido a un espacio donde la Kabbalah se convierte en una guía práctica para transformar tu vida. Aprende cómo aplicar principios espirituales en tu día a día para alcanzar plenitud y propósito.

Toma Accion

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