🌿 El Propósito de la Creación — Socio de Hashem en el Mundo
Jun 30, 2021✡️ Introducción
El primer mandamiento del Tanaj no es una ley ritual, sino una invitación a la creación:
“Fructificad, multiplicaos y llenad la tierra, y dominadla.” — Génesis 1:28
En el pensamiento judío, esto no significa dominio en el sentido de explotación, sino responsabilidad.
El ser humano no es dueño de la tierra, sino su guardián (shomer ha’adamá).
Desde el Edén, el hombre es llamado a continuar la obra divina, transformando la materia en significado, el caos en armonía.
El Midrash Tanjuma enseña:
“Dios creó el mundo inacabado para que el hombre lo complete.”
🌌 La creación como acto continuo
En hebreo, el verbo bará (“crear”) está en forma imperfecta, indicando acción permanente.
La creación no fue un evento pasado, sino un proceso en desarrollo.
Hashem sigue creando en cada instante, y el ser humano participa de ese flujo cuando actúa con conciencia.
El Zóhar comenta:
“Cada pensamiento de bondad y cada palabra de verdad sostiene un mundo.”
Por eso, cada decisión humana tiene peso cósmico: somos co-creadores de realidad espiritual.
🌱 La Torá como manual del propósito
La Torá no se entrega para controlar, sino para alinear la acción humana con la estructura divina.
En palabras del Ramban (Najmánides):
“La Torá es la arquitectura del universo; quien la cumple, sostiene los cimientos del mundo.”
Estudiar Torá es estudiar el mapa del propósito.
Actuar conforme a ella es colaborar con el Creador en la expansión de Su luz (Or Ein Sof) dentro del mundo material.
🔯 La Kabbalah: Tikún Olam como sentido del alma
La Kabbalah enseña que el alma humana desciende a este mundo para realizar una porción única del tikún — la reparación de las chispas divinas dispersas tras la ruptura de los recipientes (shevirat hakelim).
Cada acción buena —una palabra amable, una oración, un acto de justicia— eleva chispas de santidad.
El Arizal lo resume:
“El propósito del alma no es aprender, sino reparar.”
Así, la vida cotidiana se convierte en el escenario sagrado donde lo infinito se revela a través de lo finito.
🕊️ El trabajo como mitzvá: transformar la materia en santidad
En la tradición judía, el trabajo no es castigo, sino participación en la creación.
El Talmud (Berajot 35b) enseña:
“Todo trabajo hecho con rectitud es servicio divino.”
Cocinar, sembrar, construir o enseñar pueden ser expresiones del mismo acto sagrado: continuar la obra del sexto día.
Cada acción hecha con intención (kavaná) se convierte en ofrenda.
💫 El propósito último: un mundo donde Dios habite
El Midrash Rabá afirma que Hashem anhela “una morada en los mundos inferiores”.
Ese es el objetivo final del tikún: transformar la existencia material en un lugar donde la luz divina pueda residir.
El ser humano, al actuar con sabiduría (Jojmá), justicia (Tzedek) y compasión (Rajamim), construye ese espacio sagrado.
El mundo físico se vuelve un santuario, y el corazón humano, un templo.
✨ Conclusión
El propósito de la creación no fue terminar, sino invitar.
Dios nos llamó a ser Sus socios en el proyecto eterno de la vida.
Cada pensamiento correcto, cada gesto de bondad, cada palabra justa, amplía la presencia divina en el mundo.
Ser humano, en el sentido más profundo, es ser un co-creador del universo.
Cada día, Hashem dice nuevamente: “Hagamos al hombre” — y espera nuestra respuesta.
✨️ Yudy Lantigua
Bienvenido a un espacio donde la Kabbalah se convierte en una guía práctica para transformar tu vida. Aprende cómo aplicar principios espirituales en tu día a día para alcanzar plenitud y propósito.
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