Sheminí Atzéret: Un Día Solo para Hashem e Israel
Oct 31, 2019
🕊️ El Misterio de un Día Solitario
En medio del calendario hebreo, colmado de símbolos, rituales y celebraciones comunitarias, Sheminí Atzéret aparece como un día aparentemente discreto. No hay sucá, no hay lulav, no hay mitzvot físicas especiales como en los días previos. Y, sin embargo, los sabios nos enseñan que este día posee una santidad singular, incluso mayor que la de Sucot.
📖 El Tanaj, en Vaikrá/Levítico 23:36, lo menciona brevemente:
“El octavo día será para vosotros convocación sagrada [...] será una asamblea de clausura (‘Atzéret’). No haréis ninguna obra laboriosa.”
La palabra ‘Atzéret’ (עֲצֶרֶת) es interpretada por nuestros sabios no solo como un día de detención, sino como un momento de contención espiritual, en el que el flujo divino de energía se concentra y se interioriza.
🌟 Profundización desde el Midrash
📚 El Midrash Bamidbar Rabá 21:1 ofrece la clave emocional y espiritual de esta festividad:
“Es como un rey que celebró una gran fiesta durante muchos días, e invitó a todos sus súbditos. Cuando terminó la fiesta, le dijo a su amado hijo: ‘Quédate tú un día más, es difícil para mí despedirme’.”
Este texto revela que Sheminí Atzéret no es un "octavo día de Sucot", sino una festividad propia, donde el Creador desea prolongar la intimidad con Su pueblo. La Sucá y los cuatro tipos ya no están: solo quedan Hashem e Israel.
🧠 En términos kabalísticos, el Zohar lo describe como una unión Yijud entre el Santo Bendito Sea (Kudshá Berij Hu) y la Shejiná, un abrazo final antes de cerrar el ciclo de Tishrei.
🌿 La Sabiduría del Silencio y la Contención
Sheminí Atzéret se presenta como una paradoja espiritual: un día de inmenso poder sin símbolos externos. Esta aparente “ausencia” no es vacío, sino plenitud contenida, una manifestación de la sabiduría del silencio interior.
🔹 En el Talmud (Ta'anit 20b) se nos enseña:
“Así como el agua refleja el rostro al que la mira, el corazón del hombre refleja al hombre.”
Este pasaje está vinculado con el concepto de introspección silenciosa, en la que el alma revela su verdadera forma sin necesidad de adornos ni declaraciones.
🕊 Sheminí Atzéret es esa “aguada calma” después del oleaje festivo de Tishrei. Ya no hay voz de shofar, ni pedidos de perdón, ni exaltación en la sucá. Hay una profundidad silenciosa. Es el momento en que Hashem no nos pide hacer, sino ser.
🔥 En el lenguaje de la Kabbalah
Según el Arizal (Rabí Itzjak Luria), los siete días de Sucot corresponden a las siete sefirot inferiores: Jesed, Guevurá, Tiféret, Netzaj, Hod, Yesod y Maljut, cada una asociada con los Ushpizin (huéspedes espirituales) que visitan la sucá.
Pero Sheminí Atzéret representa una dimensión más alta:
🔯 Biná, la madre superior, la fuente de comprensión espiritual profunda.
Es el momento en que el alma asciende más allá del mundo de la forma y se conecta con el principio femenino de contención divina. Es el momento de la interiorización, del recoger la energía y plantarla en lo profundo del corazón para todo el año.
💬 Como dice el Zohar (Zohar III, 256a):
“Todo lo que es revelado en los días anteriores, ahora se oculta en el corazón del justo.”
📿 El valor de quedarse
El Midrash continúa:
“Cuando el hijo quiso marcharse, el rey le dijo: ‘Tu partida me resulta difícil. Quédate otro día conmigo’. Así es Sheminí Atzéret: un día reservado solo para Israel.”
Esto no es una mitzvá más. Es una invitación.
Hashem, como un padre amoroso, no quiere que Su pueblo se vaya. No porque falte algo, sino porque la relación misma es sagrada.
🪶 Simjat Torá — La Danza del Alma con la Sabiduría Divina
Aunque en Eretz Israel Sheminí Atzéret y Simjat Torá se celebran el mismo día, en la diáspora, Simjat Torá es el noveno día. Sin embargo, su esencia fluye como culminación natural de Sheminí Atzéret, como una explosión de alegría que brota del silencio profundo.
🎶 Si Sheminí Atzéret es el susurro íntimo entre Hashem e Israel, entonces Simjat Torá es el canto. Si el octavo día es el abrazo, el noveno es la danza.
📖 La Torá: Eterna Compañera del Alma
El ciclo anual de lectura de la Torá termina y comienza en Simjat Torá. Leemos las últimas palabras de Devarim y, sin pausa, comenzamos con Bereshit. Esta continuidad es una enseñanza en sí misma: la Torá no tiene fin, como la relación entre Hashem e Israel.
Como dice el versículo en Mishlé / Proverbios 3:18:
"Es árbol de vida para quienes de ella se aferran, y los que la abrazan son bienaventurados."
Y en el Talmud (Berajot 32b):
“Desde que fue destruido el Templo, el Santo Bendito Sea no tiene en Su mundo sino los cuatro codos de halajá.”
Es decir, que la Torá se convirtió en el punto de encuentro entre el cielo y la tierra, entre la divinidad y la humanidad.
✡️ En clave mística: Yijud en movimiento
Para los mekubalím, el baile con la Torá no es mera alegría. Es una forma de Yijud — unión mística.
El Zohar enseña que Israel, la Torá y Hashem son uno:
“Israel, Orayta (la Torá) y Kudshá Berij Hu — kulá chad.” (Zohar III, 73a)
📿 En ese momento de Simjat Torá, no solo leemos la Torá: nos fundimos con ella, la rodeamos, la alzamos, la besamos, la abrazamos. Es la expresión más corporal y emocional de amor espiritual.
🌊 El círculo del baile representa la eternidad, la rueda sin fin. No hay arriba ni abajo, no hay primeros ni últimos. Todos danzamos con la misma Torá. Es un símbolo de unidad, igualdad y retorno.
💬 Una alegría que no depende de la lógica
Simjat Torá nos enseña que la alegría espiritual no siempre nace del entendimiento, sino del compromiso. Por eso, incluso aquellos que no dominan la Torá bailan con ella.
📚 El Rebe de Kotzk dijo una vez:
“Cuando se trata de Simjat Torá, no bailamos por lo que sabemos, sino por lo que pertenecemos.”
✨El Último Abrazo: Cuando el Alma Aprende a Permanecer
Tras las semanas de introspección, juicio, perdón y celebración —desde Elul hasta Sucot— Sheminí Atzéret aparece como la esencia destilada de toda la experiencia espiritual. Es la intimidad después del reencuentro, el recogimiento después del clamor, la conexión desnuda sin ornamentos.
📖 En Kohelet/Eclesiastés 3:7 se nos recuerda:
“Tiempo de callar y tiempo de hablar.”
Sheminí Atzéret es ese tiempo de callar, donde no hay palabras ni acciones que puedan reemplazar la presencia pura frente a lo Divino. Es un silencio habitado por la Presencia, como el silencio entre dos personas que se aman y ya no necesitan hablar para comprenderse.
🕊 La Dimensión del ‘Quedarse’
El acto de quedarse, de permanecer con Hashem un día más, es uno de los más elevados en la espiritualidad judía. Nos enseña que no siempre hay que hacer más, sino estar mejor. Como dice el Rambán (Najmánides) en su comentario sobre Sheminí Atzéret:
“Este día no está consagrado a otra cosa que no sea a la unión entre el Creador y Su pueblo.”
En un mundo que idolatra la productividad, Sheminí Atzéret nos dice:
🪔 “Detente. Quédate. Sostén la luz en tu interior.”
🔮 En tu vida interior
Este día nos invita a crear nuestro propio espacio de Sheminí Atzéret. Un momento para apagar el ruido, sentarnos en silencio, y mirar al cielo o cerrar los ojos y decir con el corazón:
“Hineni. Aquí estoy.”
No se trata de pedir. Ni siquiera de agradecer. Solo de estar presente, conscientemente, en esa relación eterna con el Creador.
🌌 Conclusión
Sheminí Atzéret no es un eco de Sucot ni una extensión técnica del calendario. Es el punto más íntimo del viaje espiritual de Tishrei. El lugar donde Hashem nos toma de la mano y nos dice:
“Quédate. Es difícil para Mí dejarte ir.”
Y nosotros, con la Torá en brazos y el alma danzando, respondemos:
“También yo quiero quedarme contigo.”
✨ Yudy Lantigua
🕊 Busca Tu Esencia. Despierta al Tzadik en Ti.
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